Capitulo 2.

-Vamos chica- decía una voz- Vamos-

Tenía ganas de toser, así que lo hice y cuando paso eso, un chorro de agua salió de mi pecho, y fue remplazado por aire…

¿Estaba viva?..

Abrí los ojos, me ardían y no podía ver, después escuche el ruido de un llanto y fui consciente de la madera en la cual estaba recostada..

¿Era Arturo el que estaba llorando?.

¿Estaba en la casa?.

¿Cómo había llegado allí?.

-¿Estas bien?- pregunto una voz grave.

Miré al lado de donde provenía la voz, era un chico, un chico que me hipnotizo con sus ojos negros, eran tan….negros..

-¿Quién? ¿Yo?- pregunte.

-No, la otra chica que estaba ahogándose en la playa- dijo sarcástico.

Trate de incorporarme hasta que me senté en el suelo.

-Supongo, creo que tengo agua en la cabeza-

-Yo creo que es lo único que tienes en la cabeza, ¿Cómo se te ocurre entrar de noche al agua?-

Traté de organizar mis ideas, pero no podía..

-No lo sé, no creí que fuera tan peligroso, no soy de aquí-

-De eso me queda claro-

Solo recordaba la sensación de ahogarme y el tiburón…

-¿Tu eras el tiburón?- pregunte algo sorprendida.

Se rió un poco y después me tendió la mano para levantarme, la tomé, pero sentí algo extraño, algo….algo lindo.

-Que yo sepa no me llamo así, mi nombre es Blake-

Mi hermano llego hacía mí y me abrazo las piernas, realmente asustado.

-Pensé que estabas muerta- sollozo.

-No te preocupes, estoy bien- le dije, aunque la garganta me ardía- Gracias Blake, hubiera muerto si no me hubieras salvado- me dirigí a él más no lo miré directamente.

Porque, sus ojos me había fascinado..

-Nos veremos entonces- dijo.

-Gracias-

¿Qué? ¿Iba dejarlo ir solo así?.

Si, lo deje ir solo así..

Miré mi ropa, toda mojada, y yo estaba hecho un desastre..

-Lo lamento Arturo, por favor, no le digas a nuestros padres lo que paso hoy- le suplique.

Él sonrió cómplice.

-Claro que no- me volvió a abrazar.

-Te mojaras, vamos, necesitamos una buena ducha-

..   …   …   … 

Sus ojos, no los podía sacar de mi mente, la noche se me hizo eterna, no pude dormir..

¿Qué pensaría de mi?, ¿Qué era una tonta turista?..

¿Había sentido lo mismo cuando me miro?, ¿Y qué era lo que sentía?..

No podía recordar la vez que me había sentido así, y era porque nunca lo había sentido así, ni siquiera cuando di mi primer beso, ni siquiera en los ojos de todos los chicos..

Era una estúpida soñadora, mejor me dormía y dejaba de pensar en tonterías.

El otro día, mis padres estaban entusiasmados, no sabía porque y no me importaba mucho, estaba todavía muy ansiosa por lo que había pasado anoche, miraba insistentemente a Arturo, sabía que mi hermanito no me traicionaría nunca.

-¿Tienes planeado hacer algo hoy, Aly?- pregunto mamá.

La miré como si no entendiera.

-En realidad no.. ¿Por qué?- pregunte rápidamente, nunca me preguntaba eso a menos que quisiera que hiciera algo.

-Me gustaría que entretuvieras a tu hermano, llévalo al muelle, cómprale un helado, no sé, también tú, ve y has amigos- me animo.

-¿Para qué quieres que lo entretenga?- inquirí..

-Tu solo hazlo, quedan muchos días de vacaciones, disfrútalos-

Miré a papá, estaba mirando todo a su alrededor, como distraído, algo se tenían entre manos..

-Está bien lo haré- accedí, aunque se me hacía rarísimo que mis padres me pidieran algo así.

Terminamos el desayuno y yo subí a la habitación en la que me había instalado, con la vista al mar..

¿Dónde estaría Blake?, ¿De dónde había salido?..

Sacudí la cabeza, y miré hacia el mar que ayer fue mi peor pesadilla, era hermoso, ahora el sol hacía que la superficie pareciera brillar como si tuviera millones de diamantes; el día era cálido, como se esperaba, así que me pues algo cómodo y baje, donde ya me esperaba Arturo con 50 dólares en la mano, me los tendió.

-Wow, de seguro quieren mantenernos alejados por mucho tiempo- comenté tomándolo de la mano, pensando en que podría hacer con mi hermanito en un día como hoy.

Salimos y nos dirigimos al pueblo, en realidad no estaba lejos, como era una ciudad costera, la mayoría de los universitarios venían a divertirse y andaban en traje de baño de aquí por allá, (cosa que no me molestaba en absoluto), se dedicaban a surfear o cosas por el estilo.

Llegamos a la calle principal, la que daba al muelle, por allí había restaurantes, bares y karaokes, además de la heladería, mi objetivo.

Estaba algo nerviosa, no estaba acostumbrada a estar entre chicos mayores, ni que las chicas me miraran raro, todas eran como barbies, de pelo largo, grandes ojos y cintura perfecta.

Yo era una chica sencilla..

Ordene por mí y mi hermano y pague, ¿Por qué me había dado tanto dinero?, me pregunte..

Me encogí de hombros y arrastre a Arturo hasta la playa..

Pero mi hermano parecía no querer ir..

-¿Qué pasa Artu?- le pregunte.

-¿Qué pasa si el mar me come? Como te paso a ti- pregunto lleno de angustia.

Me sentí mal, lo había asustado..

-No te pasará nada, ¿Sabes cómo es?, como cuando mamá y papá se enojan, en ocasiones nos aman 

y en otras se enojan y nos regañan, pero yo me lo busque, solo no lo hagas- le sonreí para calmarlo.

Él asintió y me devolvió la sonrisa, empezamos a caminar por toda la playa, mirando a los chicos que tomaban el sol o se metían al mar..

-No terminaste de contarme que paso con el amanecer- me dijo.

-Oh, eso- ¿Qué le inventaría?, era un niño de 5 años, vivía en un mundo de fantasía, pero la realidad era otra.

- Si, ¿Qué paso?, ¿Dios pinto también la lluvia?-

Mi fe era la misma de las de mis padres, yo creía en Dios, pero Arturo era muy chico para entender.

-Si- busque un lugar en donde sentarme, junto a una palma en la arena, me quite las sandalias que traía hundí en la arena mis dedos, lo hice que se sentara junto a mi- Dios pinta cada día diferente, él 

nos ama y siempre procura nuestro bien.

-¿Entonces porque en las noticias dicen que todo va peor?- pregunto lleno de inocencia.

¿Cómo respondería a eso?.. Yo no lo sabía todo, pero él pensaba que si.

-Porque las personas quieren verlo así, pero, ¿Tu como vez el mundo ahora?- le pregunte.

Él se encogió de hombros.

-Es muy bonito, en realidad no se dé que se quejan, yo soy muy feliz- me dijo sonriendo.

Lo abracé.

-Tú sigue así, si la vida es así para ti, así es- le dije.

-Deja de llenarle la cabeza de cosas, después se desilusionara-. Me regaño una voz masculina..

Me volví algo asustada, era Blake, que estaba a unos metros de nosotros mirándonos con atención.

-Déjalo que viva así, tiene 5 años- le saque la lengua, él rió y se acerco a nosotros hasta que se sentó a mi lado.

Mi cuerpo reacciono rápidamente, las manos empezaron a sudarme y los nervios me ponían la piel de gallina.

-¿Cómo sigues?- pregunto con una sonrisa amable, una sonrisa encantadora.

Oh yo seguía siendo la estúpida soñadora..

-Estoy bien, gracias- respondí- ¿Cómo fue que llegaste a donde yo estaba?..

-Los AUXILIO eran muy evidentes ¿No crees?- me miraba divertido, como si tratara con una niña.

-Bueno, gracias de todos modos, no te dije mi nombre- con nerviosismo le tendí la mano, esperando que la sensación de ayer fuera solo el aturdimiento, él la tomó y no, no fue solo el aturdimiento, la mano empezó a cosquillearme, como si plumas acariciándome la piel del brazo- Soy Alina, pero puedes decirme Aly.

Le sonreí y el soltó mi mano.

-Un gusto Aly-

Miró al frente, a la playa, donde los vacacionistas jugaban, lo miré con más atención, estaba en bermudas nada más, su cuerpo tenía un buen numero de masa muscular, una barbilla recta y unos labios, que…Tentaban a besarlos..

-¿Eres de aquí Blake?- le pregunte.

Parecía que lo saqué de sus pensamientos, me volvió a ver con sus impactantes ojos negros, o era que solo tenían impacto en mí.

-Si, soy de aquí ¿Y tu?- respondió.

Negué con la cabeza.

-Bueno, en cierto modo, ahora estamos de vacaciones, en la casa de una tía-

-Eres mi vecina ¿Sabes?-

Los ojos se me iluminaron, podía sentirlo, podía sentir como una ilusión crecía dentro de mí.

-¿De verdad?-

-Si, vivo al lado de tu casa- respondió sin emoción.

-Oh- nos quedamos en silencio, yo pensando en lo que me estaba pasando.

¿Esto era una aventura de verano? ¿Podía estar soñando o solo quería engañarme?.

-Hoy hay una fiesta, y al parecer tu no tienes mucha vida social aquí- le hice una mueca, aunque tenía razón, no había salido lo suficiente como para tener algún amigo- ¿te gustaría ir?- pregunto.

Quería saltar de alegría, pero, algo en su voz me dijo que en realidad Blake no quería una cita conmigo, tal vez solo estaba siendo amable con la chica nueva.

-Tendré que pedir permiso, ¿Dónde es la fiesta?- pregunte..

-Aquí en la playa, es algo así como una fiesta de la escuela, pero, sería bueno que fueras, hay muchos chicos y chicas agradables- trato de animarme.

-Está bien, iré- le sonreí.

Él me devolvió la sonrisa y se levanto.

-Tengo que irme, nos vemos en la noche, antes de que se ponga el sol, a las 7:30- dijo alejándose.

Me quede en silencio, mirando su espalda.

¿El encantamiento que sentía por él era porque ayer me había salvado la vida?, eso debía de ser, porque nunca me había quedado como boba mirando a un chico, no era la partidaria de eso, pero…

Blake, tenía algo, algo que me encantaba.

-¿Aly?- reclamo mi atención Arturo.

-¿Qué pasa chiquillo?- pregunte.

-¿Ese chico te invito a salir?-

Me reí de la inocencia de mi hermanito.

-No aunque me hubiera encantado que lo hiciera-

Suspiré.

Siempre había estado, aunque no era invisible, no era del todo buena en las relaciones con los chicos, o sería porque ninguno me había llamado la atención, o porque no sentía lo mismo..

Lo mismo que había descubierto con solo mirar a Blake, mi salvador.

-¿Lo amas?- pregunto insistiendo el niño.

-No, no lo amo, eso es más complicado- le dije, sin mirarlo, mirando a la nada en el cielo azul.

-¿Qué es amar Aly?- pregunto.

Abrí los ojos, ¿Cómo contestaría esa pregunta?, busque en toda la información que había leído y que guardaba en mi cabeza, en libros, revistas, novelas, programas de televisión, internet..

Pero no encontré ninguna respuesta, nada bueno, porque en realidad no sabía si todo es era real, así que mire a mi hermano.

-No lo sé- me miró algo decepcionado, él quería saberlo y yo también- Pero cuando lo descubra te lo diré.

Me sonrió y me dijo si podía ir a jugar en la orilla, le dije que sí, que tuviera cuidado, no quería pasar otro mal momento.

Me quedé sola allí, mirándolo atentamente, hasta que sentí varías miradas en mí, me volví a ver quién era, siempre había sido una persona bastante susceptible, mamá decía que no le sorprendería que un fantasma viniera a visitarme..

Eran dos chicos, chicos que tenían cara de ser unos estúpidos, ¿Cómo lo sabía?, se veían el tipo de chicos que solo buscan a quien ligar, que te miran como su fueras un conejo enfrente de un zorro.

Al mirar que los mire, decidieron acercarse, yo aparte la vista y apreté los dientes, si necesitaba amigos, pero no ese tipo de amigos.

Los dos eran altos y robustos de una forma de levantador de pesas, presencia pesada, me ponían nerviosa, ahora si, me sentía como el conejo o como un niño que se enfrenta a los brabucones de su escuela.

-Hola linda- dijo uno poniéndose a mi lado.

Y el otro también se sentó a mi otro lado.

-¿Hola?- respondí, tal vez no fueran chicos malos después de todo..

-¿Conoces a Morgan?- pregunto el de mi lado izquierdo.

-¿Quién es Morgan?, Disculpen deben de confundirme con alguien más- trate de levantarme pero uno me sujeto de un brazo y me impidió moverme.

-Blake Morgan- rectifico el otro.

-Oh, se podría decir- respondí algo alterada.

-Oh, ¿Por qué estas tan tensa?- pregunto..

-No los conozco, disculpen chicos, tengo que irme- dije, pero de nuevo me apresaron, no quería hacer una escena, había muchas personas en la playa y no quería que se enteraran de mi situación.

-Hay que conocernos mejor, ¿No crees?- dijo el que era moreno, más moreno por decirlo así, que su compañero.

Luego sentí algo resbalándose por mi espalda..

-Enserio tengo que irme- dije yo, nerviosa y asustada- Adiós.

Me zafé de ellos y me levante corriendo a donde estaba mi hermano.

-Vámonos- le dije sujetándolo por el brazito.

-¿Qué pasa?- pregunto.

-Vámonos- fue lo único que le dije, mirando a lo que era mi amenaza ahora, esos dos chicos que no me dejaban de mirar.

Pero miré que había dejado mis sandalias donde estaba ellos, pero no volvería, esperaba que ellos también fueran vacacionistas y que ya no tuviera que verlos por aquí, (cosa que no era muy probable) las sandalias, no eran mis favoritas después de todo.

Estuvimos caminando por la orilla opuesta de donde me había encontrado a los fortachones y empecé a contar lo días.

Era junio, pero no recordaba que día…

-¿Qué día es hoy Arturo?- le pregunte a mi hermano.

Él se encogió de hombros.

-No lo sé-

Seguí caminando, sabía que algo importante ocurría hoy, pero no recordaba que, nunca había sido buena con las fechas, ni recordando nombres o cosas por el estilo.

¿El aniversario de mi padres?..

Podría ser, tal vez por eso me habían dado los 50 dólares, para que les comprara algo bonito..

Aun sin estar segura fui a una tienda de recuerdos, Arturo me ayudo a escoger algo para ellos y pedí que me lo envolvieran..

-Por favor- dije levantando la mirada y me volví a quedar congelada.

-O una de dos niña, Me sigues o Me sigues- dijo Blake dedicándome una sonrisa detrás del mostrador.

Lo fulmine con la mirada.

-En primera, no soy una niña, niño, tengo 16 años y en segunda parece que el que se aparece hasta en la sopa eres tu- resistí el impulso de sacarle la lengua.

-¿Un regalo para tu novio?- pregunto examinando lo que había comprado, una bola de cristal que en medio decía, TU Y YO.

-No tengo, es porque creo que es el aniversario de mis padres- le respondí con las mejillas encendidas.

Se encogió de hombros e hizo lo que le pedí.

-Aquí tienes- me lo entrego y me di cuenta de que todavía no llevaba una camiseta, solo unos jeans.

-Deberías de ponerte una camisa- dije como una madre- Te resfriaras-

Me miró burlón, con esa sonrisa de tiburón..

-Es el atractivo visual de la tienda- respondió.

Por más que quisiera, no pude resistirme a mirar, no era un levantador de pesas, pero el chico no estaba nada mal..

-Deberías de dejar de mirarme e ir con tus padres- dijo él divertido.

-Nos vemos- respondí, tomé la mano de mi hermano y encaminamos hacia la casa en la playa.

..  ..

-Te gusta, huuuu, te gusta- canturreaba Arturo, yo estaba entre enojada, irritada y alegré.

-No no me gusta- respondí tratando de estar seria, pero… era más que obvio que ese chico, me 

gustaba, me gustaba y mucho.

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-Mamá, papá, Ya llegamos- le di el regalo a Arturo y él lo escondió en su cuarto y yo fui a buscar a mis padres.

Los encontré en la cocina, discutiendo acerca de algo, pero se callaron en cuando entre.

-Hija, pensamos que llegarías después de comer- dijo apresuradamente mamá.

Los miré con el ceño fruncido, si querían estar solos porque es su aniversario, deberían de haber ido 

a un hotel o algo por el estilo en vez de distraerme a mí y a mí hermano.

-No sabía que debía llegar a esa hora… ¿Qué es lo que traen?- pregunte cautelosa.

-Nada…- repuso papá al tiempo que sacaba otros cincuenta dólares de su cartera- Mira la ropa que traes, cómprate algo lindo, ánda…

¿Qué diablos les pasa a mis padres?..

-Pero si esto lo compre antes de venir aquí-

-Ya está viejo, ándale ve ve- tome el dinero sin mucha convicción y volví a llamar a mi hermano que gustoso acepto acompañarme.

Paramos primero a comprar algo de comer, el puesto “accidentalmente” estaba enfrente de la tienda de regalos, así que volteaba insistentemente a mirar a Blake, que estaba hablando animadamente con esas barbies en bikini que coqueteaban con él.

Me concentre entonces en mi comida, tratando de sacar de mi cabeza a aquel chico.

………………….

-¿te gusta esto?- le pregunte a mi hermano que estaba sentado en una silla mientras yo salía del destartalado vestidor de la tienda más vieja de la ciudad.

Al contrario que muchas chicas me gustaba mantener mi closet lo más simple posible, usando colores pasteles, mezclilla y mucho, mucho blanco.

Así que entre buscar tiendas y tiendas por la avenida que llevaba hasta el muelle, me encontré con esta de segunda mano, no estaba mal..

-No me gusta- dijo él.

Fruncí el ceño, para ser sinceros a mí tampoco, así que volví a cambiarme, si seguía así, tendría que ir a la Old Navy o tiendas por el estilo.

¿Y si me quedaba con él dinero y no compraba nada?.

Empezamos a recorrer la tienda de nuevo, olía algo a viejo y a eso que solo tienen ese tipo de tiendas..

-No veo nada- dije, sip, terminaría yendo a esas tiendas corporativas de marcas registradas que se valían de los jóvenes para hacerse más ricos.

- Podemos irnos, estoy cansado-  se quejo mi hermano.

Iba a hacerle casi y fue allí cuando lo vi…. UN vestido de algodón blanco, que era más arriba de la rodilla de tirantes…

-Espera espera- dije emocionada.

Fui corriendo a donde estaba el vestido y se me acerco una dependienta, una mujer ya anciana que me sonrió con nostalgia en sus ojos verdes.

-Estaba esperando a que lo vieras- dijo ella, al principio se me hizo raro, pero después le sonreí- Ese vestido era mío.

-¿Qué?- la miré algo sorprendida.

-Si, pruébatelo querida- me animo y lo descolgó del viejo maniquí.

Le agradecí y fui a probármelo, ella nos siguió, era una señora muy agradable y me daba la 

impresión de que estaba un poco sola, en las vacaciones me pasaría más seguido por aquella tienda, 

me gustaría saber más sobre ella.

El vestido parecía haber sido hecho para mí, o por lo menos guardado..

Me encantaba la imagen que daba, esa era yo, una chica alegre y sencilla.

-Sal querida, quiero verte- dijo la señora, yo le hice caso y me sorprendió ver que Arturo estaba comiendo galletas de chocolate con leche.

La señora exclamo un “Ave María” y sus ojos se tiñeron de más tristeza.

-Te sienta muy bien- dijo ella, movía las manos indecisas por el vestido..

-Gracias, yo, creo que lo llevaré- respondí algo apenada.

-Claro, claro- salió de su ensimismamiento y yo me quite el vestido y volví a cambiarme.

-¿Cuánto es?- pregunte, sacando el monedero.

-Nada, querida, nada, es tuyo-

-¿Esta segura?, este vestido me da la impresión de ser muy valiosos para usted, no debería..-

-Claro que si, por lo mismo te lo doy- sus ojos eran espejos de su alma, podía ver la indecisión en 

ellos- Solo te doy una condición.

Allí me puse tensa, siempre era muy dada a confiar en las personas, ¿Qué pasaba si era una psicópata?, pero esa anciana no me parecía una psicópata para nada..

-¿Cuál?- pregunte.

-Ven a visitarme, me haría bien algo de compañía y este niño- dijo acariciándole la cabeza a mi 

hermano- Me traerían algo de alegría.

Le sonreí con ganas.

-Era lo que planeaba hacer-

Ella me devolvió la sonrisa.

-¿Cuál es tu nombre linda?- pregunto.

-Soy Alina, pero puede decirme Ali- respondí- ¿Y el de usted?.

-Margaret, dime Margaret-

-Mucho gusto Margaret, muchas gracias por el vestido-

-Solo hazme otro favor- tomó mi mano con cariño- Usa ese vestido en una ocasión especial.

-Así lo haré- le prometí, pensando ya en la ocasión que la usaría- Nos vemos después.

-Adiós mis jóvenes amigos- dijo ella sin dejarnos de contemplar hasta que dimos vuelta en la esquina.

No podía sacarme de la cabeza a aquella extraña mujer en todo el camino, ni tampoco podía sacarme a Blake, ¿Dónde estaría?, ¿Trabajando?..

Ya pasaban de las 6 de la tarde y el  sol empezaba su descenso por el cielo, tiñéndolo de dorado y naranja.

-Ya volvimos- grite al entrar, pero no había nadie en casa, solo encontré una nota en la mesa que decía.

“Necesitamos que te arregles bien, tenemos una sorpresa, usa lo que acabas de comprar y ven a la playa a las 7 empunto, la niñera vendrá a cuidar a Arturo.

Atte; Mamá y papá.

-Ya sabía yo que algo planeaban, tal vez una cena especial para la familia….pero dice que vendrá una niñera a cuidarte Arturo- dije…

Hice caso de la nota, mientras Arturo me suplicaba que no lo dejara con la niñera, me bañe, solté mi pelo y lo cepille, dejando las ondas libres, después saque el vestido y me lo puse…

Perfecto…

Pero ¿Qué pasaría con Blake y la fiesta en la playa?.... Le dije que iría y no tenía la intención de no asistir.

Tal vez convenciera a mamá y papá de librarme de su compromiso  y poder ir..

Dieron quince para las 7 y salía a la playa, empecé a caminar por lo largo hasta que vi antorchas y globos, bocinas y una mesa con bocadillos..

-¿Mamá?..¿Papá?- pregunte dubitativa… Tal vez me había equivocado de dirección y de pronto…

-SORPRESA- gritaron gente que salió de todos lados, como si apareciera por arte de magia..

Y la fecha con razón se me hacía conocida…

ERA MI CUMPLEAÑOS.

Como para rectificarlo, ellos gritaron.

-Feliz cumpleaños Ali-

Me quede pasmada allí, sin saber que decir o hacer, y me tomaron una foto, claro si, burlarse de la chica sorprendida…

No conocía a la mitad de los chicos que estaban allí, en realidad no conocía a nadie allí, mamá y papá se acercaron a felicitarme y sobre el hombro de papá pude ver la figura de Blake acercándose 

a nosotros.

-Nosotros nos iremos a cenar a la ciudad, por eso contratamos la niñera, disfruta tu fiesta amor, nada fuera de control- me advirtió papá y dicho esto se fueron.

Mire a todos, no es que no apreciara lo que mis padres hicieron, pero no conocía nadie allí y aunque fuera mi cumpleaños nadie me ponía atención, hasta que Blake pudo llegar hasta donde yo estaba.

-Hola- sonrió, sabía que estaba partiéndose de risa en el fondo.

-Vamos, sabes que lo deseas, burlate- fruncí el ceño y crucé los brazos sobre él pecho.

Y estallo en una carcajada..

-Te invite a tu propia fiesta, y compraste un regalo para tus padres, eres la chica más distraída que eh conocido-

Me hubiera enfadado con él si el simple hecho de que su risa me resultaba lo más lindo del mundo no me distrajera.

-Deja de burlarte de mi, Blake- dije avergonzada.

-Esta bien, es tu cumpleaños y te compre algo-

Saco una bolas de regalo detrás de él y me la entrego.

-Abrela- me animo.

Le sonreí.

Pero después lo fulmine con la mirada.

-Esto no lo compraste tu, son mi sandalias que olvide en la mañana en la playa-

Volvió a reír.

-Dije que te compre algo, no dije que fuera eso que te di ¿O si?- después se puso serio- Si, los idiotas de Jakson y Jake me las dieron después de sentirse apenados por como se compraton contigo, creo que andan por aquí.

-Yo no los invite-

-Eso es obvio, tus padres invitaron a muchísima gente-

-Si mis padres, que ocurrentes, Gracias por las sandalias, y ahora ¿Dónde esta mi regalo?-

-Te salve ayer, ¿No es suficiente?- Bromeo.

-Ya te agradecí por eso- le saque la lengua y volví a mirar detrás de él, la música de Black Eyes Peas 

sonaba en las bocinas y todos estaba bailando.

-No conoces a nadie ¿Verdad?-

-No puedes saberlo-

-Claro que si- me contradijo- Esta en tu cara.

-Si, tienes razón, no conozco a nadie-

-Te presentare a algunos, vamos- y me tomó de la mano, jalándome a la multitud.

Mi corazón brinco de alegría y empecé a notar su palpitar por todo mi cuerpo, me puse nerviosa 

pero trate de aparentarlo cuando nos acercamos a un grupo de chicos y chicas.

Eran tres chicas y dos chicos y era obvio que era el grupo al que pertenecía Blake.

-El es Tony y es novio de Jenny- Tony era un tipo bastante alto y delgado, y Jenny era una chica morena de pelo largo y ondulado, me sonrieron y me abrazaron, felicitándome por mi cumpleaños 

numero 17.

-Ella es Lorry y él su novio Joaquin- Lorry una chica mona y pelirroja, y Joaquin que la apresaba por la cintura un chico que lucía más inteligente, no se si por las gafas o la forma en que iba 

vestido, pero era alto y musculoso.

-Mucho gusto- les sonreí.

-Y ella- le sonrió con apreció a la chica de pelo negro y largo, con piernas que parecía 

interminables, parecía tan amable…- Es mi novia, Lisa- la rodeo con el brazo y la beso en la mejilla.

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Muchisimas gracias por todos sus comentarios y espero que este capitulo les guste igual :D

Si esta un poco largo, espero no les de flojera, de verdad creo que es bastante bueno, espero sus opiniones, si tiene sugerencias o algo así :D

Bueno, bye bye, nos vemos.