Cap.4

-¿Por que veniste?- pregunté un poco sorprendida pero con la voz fría, algo en mi cabeza se activo algo así como una alarma, algo así como "alerta, alerta, alejate de él".

¿pero porque?, Jack Master, sabía todas las historias, desde la drogadichion hasta la vida de derrochador y orgías desenfrenadas.

Era el tipo de persona de la cual yo nunca me enamoraría, hasta me dio risa pensar en esa opción, Jack Master y Dakota Miller no congeniaban.

-No lo se Dakota- dijo- Creo que fue un error.

¿Y si no le hacía caso a la alarma? deje lo que estaba haciendo.

-¿Quieres hablar?- pregunté.

Él se burlo.

-Yo ¿Hablar? Me vez cara de niñita-

-No te hagas el fuerte, te veo cara de un chico que tiene problemas- me levante e increiblemente cerré la laptop.

¿Que demonios estaba haciendo? Yo no era así, a mi no me importaba que  tuviera problemas, apra mi él era un desconocido.

-¿Jack Master?- me aparé en seco y miré a mi enorme amigo con dos tazas de cafe en la mano.

-¿Puedes dejar de decir mi maldito apellido?- dijo este furioso.

-¡Jack!, no seas grosero- tercie yo.

-Me marcho- dijo Jack enojado.

Yo lo miré extrañada mientras volví a salir colerico.

-Es rarisimo- dijo Toby- Visto a que ya dejaste de trabajar te invito a comer.

-Esta bien- dije yo tomando mis cosas.

Salimos de la oficina y yo me dirigia a la estación...

-Espera te tengo una sorpresa- dijo él emocionado.

-¿Que es?- él me tomó del brazo y me guió al estacionamiento.

Me paró enfrete de un mustang negro, clasico.

-No, ¿Enserio?- dije yo cubriendome con la mano la boca para no gritar de la emocion.

Allí estaba un clasico, un mustan color negro bien pulido y reluciente.

-Si, lo acabo de sacar del taller ayer- dijo mi amigo con una sonrisa triunfal- Y me sobro dinero así que tu y yo iremos a cenar esta noche.

-Claro- dije yo dando de brincos.

Era el sueño de mi amigo tener su propio auto y yo todavía no había juntado demasiado como para comprarme algo desente.

-Vamos daremos una vuelta, ya no tendrás que utilizar el metro- me mordí el labio mientras caminaba a la puerta del copiloto.

-No hay nada de malo con él metro- dije yo.

-Si cuando te pasan cosas como als de hoy- dijo él poniendo el motor en marcha.

-Bueno, mala suerte- dije yo.

-¿Conoces a el hijo del jefe?-

-Umm- lo volví a ver- ¿Recuerdas al chico que me hiso pasar todo eso que te conte?- esperé hasta que él asintió- Bueno, ese chico era el mismo Jack Thomson.

-¿enserio?-

-Sip- dije mirando los autos que se cerraban a nosotros.

-¿Y él bino para verte?- pregunto.

-No tengo la minima idea, además no me importa- o por lo menos eso yo creía.

-Es un poco raro- comento.

-Si, lo és, pobre a mi no me gustaría ser él-

Me quedé en silencio mientras la atestada ciudad recorría las calles, hasta que aparcamos en mi edificio y bajamos.

-Como tu me invitaras a cenar yo te incitare a comer- dije- ¿Que se te antoja?.

Abrí la puerta de mi departamento y lo deje pasar.

-Van a decir que soy una cualquiera, ya van dos chicos que entran en mi departamento- dije yo.

-¿Jack estuvo aquí?- dijo sentandose.

-Si, no se ni porque lo deje pasar, adempas no creo que tenga que verlo más- fui a la cocina y revise el refrigerador, que solo había un yogurt pasado y una galleta

-Sabes que, mejor vamos a comer a fuera- dije yo.

-Por mi no hay problema- dijo- Podemos ir a mi casa.

-Y que tu enorme perro me coma, no gracias, además no creo que a tu hermana le guste mucho la idea- dije yo sentandome a su lado en el sillon.

La hermana menor de Toby tenía mi edad, pero en realidad no le caía muy bien que digamos.

-Es solo que ella esta celosa de ti- dijo él.

No lo creo, una persona como Roberta no podría tener anda que envidiarme a mi, pues era hermosa, su pelo era cafe y ondulado que llegaba hasta la espalda, unos ojos verdes claros y una piel bronceada, con unos labios carnosos y pestañas largisimas, adempas que sus piernas eran un escandalo, largas y delgadas.

-Tu hermana no tiene nada que envidiarme-

-Es muy celosa con su hermano mayor- dijo- Así que no eres su persona favorita.

-Eso me queda claro- dije riendo.

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¿El tipo que estaba con ella sería su novio?.

Ya deja de preguntarte eso Jack, ella ni siquiera te volteo a ver.

Después de salir de la oficina me fui a un bar, y allí me encontre a una chica que estaba dispuesta a todo y yo estaba que hechaba humo por el mal dia que había tenido, que mejor forma de desatar mi furia.

Era rubia y alta, de piernas torneadas y muy atractiva.

No entrare en detalles en esa parte, soloq ue después de mirarla a los ojos cambie de opinión.

Yo no quería esos ojos.

¿Que me estaba pasando?.

Esos ojos eran los de una desconocida para mi, que no sentiría nada jamás por mi.

A menos que sea lo que estaba pensando.

Trate de sacarme esa idea de la cabeza mientras que volvía al estacionamiento de mi edificio, Tom me prestaría su camioneta mientras que mi auto volvía.

Hoy no tocariamos en ningun lugar y tenía que encontrar algo qeu ahcer pronto sino me volvería loco.

 Tal vez me fuera a comer algo o algo por el estilo, pero en este momento necesitaba desahogarme, tal vez por eso corría a buscar a Dakota.

No dejaría que mi padre se saliera con la suya, si logaraba esto controlaría mi vida por siempre.

Tal vez me mudaría de New York y me iría a un lugar, no se a los andes o algo así.

Otra veza cambie de opinion y salí de la camioneta para caminar.

Neceitaba algo de adrenalina.

Si, eso era lo que necesitaba, asíq eu empecé a caminar buscando algo que ahcer,

Estaba en Nueva York, donde mas de 250 000 personas vivian, y yo me sentía tan solo y miserable que seguramente escribiría la cancion suicida y me mataría.

No hay necesidad de estar solo.

Me iva a rendir a ese sentimientoq eu estaba albergando, al cual le tenía miedo.

Si sabía porque fui a buscar a Dakota, porque a muy mi pesar quería saber más de ella, sobre lo que hacía, tener lo que es una amiga, una persona que me escuchara, solo una amiga.

Para eso comprate un perro- me había dicho John cuando intuí eso una vez.

Mi orgullo no me lo permitía.

Entonces ¿Que haría?.

Tom y John eran gran compañia y los queria como a mis hermanos, pero ellos lo sabían todo de mi y en ocaciones no lograban comprender lo dificil que es tener una familia como la mia.

Yo no debía ser quien soy.

Yo no quería ser un Thomson, el chico malo que se escapaba de casa para hacer cualquier cosa, porque no era así.

No era lo que la gente creía de mi y no había una persona que conociera las dos partes de mi.


Yo iba tan distraido que no me di cuenta de lo que ahcía hasta que un chillido de llantas me helo la sangre.

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