Cap.2

No podía creerlo, el shock fue tan grande que casi pierdo el equilibrio, si no hubiera sido por sentir la mano de Andrew en mi espalda.

Nathan lo había reconocido, así de fácil, había hecho que él hablara, como una madre leona me apresure a abrazarlo y él no apartaba la mirada de Jack.

-¿Que pasa?- pregunto Andrew, aun sin percatarse de la situación- Mira Nath, unas orejas de Mickey, para que cuando lo conozcas te parescas a él- le habla tan cariñosamente, pero yo seguía sin apartar la mirada de aquella estrella de rock, nos miramos a los ojos, era imposible que no me hubiera reconocido.

Pero él se dio la vuelta y siguió su camino..

El corazón que había vuelto a palpitar agitadamente, volvió a romperse, no fue por el rechazo a mi, lo aceptaba, yo lo había dejado, pero....A Nathan, ¿Como era posible? Su hijo lo había reconocido, ¿Y él no?.

-Dakota, ¿Estas bien?, Dame a Nathan- dijo Drew preocupado, me imagino la cara que traía..

Lo obedecí sin decir nada y Nathan le tendió los brazos para resivirlo, lo cargo sobre sus hombros.

-¿Necesitas agua?, Dakota-

-No yo estoy bien, sigamos- traté de sonreír.

Miré a Nathan, que estaba como distraído, como en su propio mundo, estaba aterrada, no sabía como lo afectaría el rechazo de su padre.


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Estaba agitado, necesitaba un descanso, pero la gente no me dejaba en paz..

Ese niño, ella, y luego llego Andrew poniendo su mano en su espalda y sujetando al niño..

Pero ese niño...

Me senté en una banca y me frote las sienes con los pulgares, la resaca y las resientes emociones me traían muy mareado.

La había vuelto a ver, había vivido del recuerdo de su espalda saliendo de aquel jusgado que me había formado la idea de perderla para siempre.

Y la había abrazado, la había amado tantas veces en mis sueños, siempre terminando en la misma decepción de saber que no volvería.

Y simplemente la había visto, así, como si los dos años que pasaron no hubieran cambiado nada en ella, seguía siendo la perfecta mujer de mis sueños.

No sabía que hacer, así que decidí largarme de allí y volver al hotel.

En el taxi me di tiempo para poder pensar, en poder recapacitar en estos dos años, en los cuales al parecer había olvidado todo lo que valía en mi vida, mi hermana, mis amigos....Enterrando cualquier recuerdo.

No había asistido a la boda de Miriam con Antonio, después me comporte tan mal con mis amigos que terminaron hartandose de mi, pensaba que no necesitaba a nadie, así lo demostré.

Me dejo en la puerta del hotel y yo me apresure a entrar.

-Señor Master, su padre llamo- dijo al recepcionista pero no le hice caso y subí al elevador que me llevo a la puerta de mi habitación.

Entre como un bólido, sabía que lo había dejado por allí, no me había desecho de él...

Lo busqué entre los instrumentos y si... junto a la vieja guitarra estaba la caja con el celular.

Todavía tenía la pila y deseaba que la linea aun no estuviera dada de baja.

Lo encendí y busque entre los numeros principales..

John..

El numero era el que siempre usaba en America, detestaba cambiar de numero cuando cambiaba de celular.

Recé porque estuviera...

Empezó a timbrar, y el corazón se me acelero y la garganta se me seco.

-¿Diga?- respondió la voz de mi viejo amigo.

-John- murmuré.

Hubo un silencio eterno, debía de odiarme.

-¿Que necesita Mr. Master?- pregunto conteniendo la voz.

-John, yo quiero...Disculparme- fue lo único y más acertado que pude decir.

-Yo ya te perdone desde hace tiempo, aun así, no estoy feliz de lo que has hecho con tu vida- no era el mismo chico de siempre, ese con el que hablaba, ya era todo un hombre, a lo contrario que yo.

-Lo sé- resoplé- ¿Donde estas?- pregunte.

-Estoy en California- respondió cortante.


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-La mamá también tiene que sonreír- dijo Mickey Mouse.

Maldito Mickey Mouse, preocupate por ti.

Pero aun así fingí la sonrisa acomodando a Nathan en mis brazos para que saliera en la foto bien.

Andrew la tomo y nos depedimos del ratón.

-¿Te duele algo Dakota?- pregunto Andrew volviendo a cargar a Nath.

-No, bueno, tal vez un poco la cabeza-

-¿Quieres regresar a casa?- no me pregunto a mi, sino a Nathan, sabía que si el niño le decía que no se quería ir, no nos iríamos, pero él dijo que si con la cabeza- Esta bien, andando.

Yo no despegaba la mirada de la expresión de Nathan, estaba preocupada y angustiada, él conocía a su padre, sabía quien era y la había visto por primera vez....

Salimos del parque y subimos al auto de Andrew, él acomodo a Nath en el asiento de atrás, asegurandose que estuviera a salvo.

Sentí un nudo en la garganta, al recordar aquella discusión que tuvimos hace mucho tiempo.

-¿Casate conmigo?- había dicho tomandome las manos en las cuales todavía tenía los resultados.

Lo había mirado confundida y algo aturdida.

-¿Qué?- pregunte.

-Así estarás segura, esta casa ya es tuya, ahora hay dos en quien pensar, se que puedes hacerlo sola, pero no lo estas- el apretón de su mano era seguro pero suave, me brindaba eso que siempre supe encontraría con él.

La protección.

Pero yo no aceptaría un matrimonio así, sino fuera por amor, nunca me casaría si no fuera por otra razón.

Así que le había sonreído y levantado, me imitó y yo lo abracé.

-Gracias, gracias por todo lo que has hecho por mi, te quiero mucho- tragué saliva- pero no lo suficiente para casarme contigo.

-¿Dakota?- escuché una voz lejana..-¿Dakota?, ¿Debería de llevarte al hospital?-

Era momento de regresar a la realidad.

-No, yo estoy bien- respondí, miré el espejo retrovisor el cual me dio una vista de Nathan que miraba los carros pasar, después volví a mirar a Andrew mi gran amigo y le sonreí- Gracias Andrew, Gracias por siempre estar allí.

-Siempre- respondió, él también dirigió la mirada a Nath- Se la paso bien hoy ¿Verdad?-

-Claro que si- sonreí abiertamente.

-Que no daría porque él fuera mi hijo- murmuro lo suficientemente fuerte como para que yo lo escuchara.

Pasando los minutos, Nath se quedo dormido, y yo traté de dejar de pensar en mis problemas, había vuelto a ver Jack, si, pero...¿Acaso no lo había visto miles de veces en la televisión?, Diario salía algo sobre él, así que me convencí que no debía da cambiar nada....Porque no había pasado nada.

Andrew aparco enfrente de mi casa, bajé y él saco a Nath con mucho cuidado para no despertarlo, el día seguía siendo caluroso a pesar de que la tarde ya era avanzada.

-¿Tienes limonada?- pregunto depositando a Nath en el sillón, el niño se acomodó instantaneamente y suspiró satisfecho.

-Si, en el refrigerador, podemos ir afuera y sentarnos en el jardín- me encaminé  la cocina y serví dos vasos, pero lleve conmigo la jarra con la limonada, él ya estaba sentado junto a una mesa disfrutaba de la vista fuera de la ciudad, donde se podía apreciar el cielo, el cual se estaba poniendo de color anaranjado y rosa, por la puesta del sol que ya se estaba perdiendo más allá de la valla.

-Esa reja necesita una buena pintura- tenía la mirada perdida y ni siquiera me volteo a ver- ¿De que color se vería bien? ¿No te gustaría un blanco o un rojo?...

-No lo sé, mañana después de revisar los guiones que me mandaste, iré a...

Pero él no me dejo terminar.

-Así es como siempre quise mi vida- dijo, aun sin apartar la vista del cielo.

-¿Tu vida?- pregunte.

-Si, así, aunque se que solo me estoy engañando- ahora si me miró, se veía que sentía una paz, pero al mismo tiempo un pesar en su corazón- Una mujer hermosa de corazón, una casa tranquila, donde siempre haya cálides, uno o varios niños a los cuales poder proteger...

Su mirada era intensa, que no podía apartarla, solo sentí su aliento cuando se inclino sobre mi, el corazón latia de nuevo fuerte.

Tal vez esto era mi destino, tal vez debía de pasar todo esto para darme cuenta que podía amar a otro, pero donde estaba mi alma gemela era en otra parte, que podía seguir mi vida sin sentir el dolor y la culpa de algo.

Que podía al fin reconstruir mi vida por completo.

Ya podía sentirlo, mis ojos se cerraron en respuesta y sentía la energía entre nosotros, sus labios a milimetros de los mios..



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Huuy, hahaha, ¿Ustedes que creen?, ¿Se besan o no?... :D


Gracias por comentar :D es mi mejor paga :D


Las adoro :D