domingo, 7 de noviembre de 2010

Cap.8

-¿Espera?, Tu no te puedes ir- dije yo tomandola del brazo.

-¿Por que no?- dijo ella.

Necesitaba una buena razón para que ella se quedra, ¿Por que demonios quería que se quedara, si ella estaba destrozando mi vida?.

-Por Navidad- dije rapidamente.

-No seas ridiculo- me evito la mirada.

-Vamos Dakota, no seas así-

-A ti no te incumbe que decida hacer con mi vida, no te importa- grito- Tu no eres nada mio.

Me quedé helado mientras me daba cuenta cuando me afectaban esas palabras, nadie me había herido de esa manera, me quedé sin palabras mientras bajaba la cabeza.

-Lo sé- dije- Has lo que quieras.

Y sin deir más sali de su casa, y en ese momento desee que en realidad se fuera de New York, no quería volver a verla más.

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Cerro la puerta detrás de él y en ese momento me tiré en el sillon a llorar.

Un fin de semana había bastado para que yo no quisiera estar en la ciudad que amaba.

Todo se debía a Jack.

¿Por que huir ahora?

Yo no era un persona cobarde, pero necesitaba saber que pasaba conmigo.

Porque siempre que estaba con Jack me sentía libre, como si quisiera cantar.

Yo no cantaba, yo no me sentía libre.

Tenía miedo de cambiar.

Pero no, yo tenía que pensar y después de ello, si quería volver, lo haría.

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Pensé que las cosas irían bien, después de ayer pensé que estaría bien, por alguna razón

Hoy nada esta bien.

Por mi que se fuera, yo no era nada de ella ni lo sería.

Caminaba por la ciudad sin rumbo, el ruido no me importaba, ocupaba desahogarme, porque aunque no quisiera admitirlo, en el fondo me dolia.

Llegué a Central Park, camine todavia sin rumbo y encontre a un chico que estaba tocando la guitarra de seguro tendría 13 años.

Me senté junto a él y él me miró extrañado.

Tocaba unas notas un poco desafinadas pero aun así intentaba tocar algo...

-Umm, The fray?- pregunte.

-Si- sonrió.

-¿Me la prestarias?-

-Si, Claro- me paso la guitarra acustica color negro.

You found me...

Suspire. ella me había encontrado, pero ya había sido demasiado tarde, ya nada me salvaría de mi mismo..

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4 días después.

-Mamá- me queje.

-Vamos chica, es Navidad- dijo ella- Vamos, tenemos muchas cosas que hacer, hace dos años que no venías, la familia se va a reunir y vamos a hacer una enorme cena-

Suspiré y abrí los ojos mientras el sol dorado se colaba por la ventana.

Suspiré de nuevo.

-Ya voy- dije yo, mamá dejo de tocar la puerta y me dejo tranquila.

Miré el techo de madera de mi habitación, mi vieja habitación.

Suspiré de nuevo, había dejado New York hace dos días, después de haber presentado mi renuncía a Mr.Parker.

-¿No te pagamos demasiado? ¿Quieres un aumento?- me dijo.

-No-

-Otra columna-

-No-

-Dime lo que quieres-

-Nada- dije cortante mientras me preguntaba porque tanto interes en que me quedara.


Aunque lo de otra columna era algo tentador.


-Nadie es indispensable Mr. Parker- gruño una voz dura- Si sería una gran perdida, pero nada que no se pueda reparar- Mr. Thomson estaba detrás de mi, lo podía sentir pues tenía una presencia igual de fuerte que su hijo.


Me giré asustada mientras veía a aquel hombre alto de pelo negro y facciones duras.


-Señorita Miller, ¿Donde firmo?- pregunto sacando un reluciente boligrafo.


Le pasé los papeles y él firmo encima del escritorio.

Suspiré, ahora estaba desempleada, Mr. Parker lo secundo al firmar bajo la firma de él y me entrego los papeles.

Felicidades Jack, acabas de terminar con toda mi vida.

Asentí y me dispuse a salir.

Tomé de nuevo el subterraneo pues Toby estaba demasiado molesto conmigo como para dedicarme más de una palabra monosilaba.

Hice lo mismo que siempre mientras que esperaba el tren.

-¿Eres Dakota?- pregunto un chico de pelo negro y ojos azules.

Su rostro me parecía conocido, ummm...

-Si, ¿Yo te conosco?-

-Seguramente no, estabas muy...- movió sus ojos a un lado- Hebría.

Ya sabía quien era.

-¿Eres amigo de Jack verdad?- dije yo.

-Si, John- me tendío su mano y yo la estreche.

Mis mejillas se ruborizaron al pensar en que hice el ridiculo.

-Mucho gusto-

-Oye, ¿Desde cuando conoces a Jack?- pregunto.

-Yo, una semana por lo mucho- le sonreí.

-¿Enserio?- frunció el ceño.

-Si, ¿Por que?-

-Bueno, nunca había hablado con nadie acerca de muchas cosas y al parecer contigo si- dijo él dibutativo.

En eso el tren llego y yo subí sin esperar nada.

-¿No subes?- le pregunte.

-No yo voy en el otro- dijo él, me sonrió y después las puertas se cerraron.

Eso era por lo cual me iba, no podía permitirme que un chico como Jack Thomson derrumbaba las murallas que me había hecho desde niña.

Las relaciones nunca terminaban bien, lo sabía por mi madre, divorsios y matrimonios desdichados además de corazones rotos.

Así que la chica que creía que era no existía, no, porque yo siempre me pensé una persona valiente que luchaba por lo que quería.

Pero ahora no era así, tomé un avion la mañana siguiente, huyendo.

Suspiré de nuevo levantandome de la cama, era Navidad y yo me sentía tan desdichada..

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-Feliz Navidad- me despertaron Tom y John.

-Callence- dije yo.

-Oh. por favor, es Navidad, saldremos a tocar un rato y de fiesta toda la noche-

-No, hoy tengo una cena de beneficiencia de mi padre- me cubrí la cabeza con mi colcha.

-Trajes de etiqueta y chicas estiradas- se estremeció Tom.

-No hay nada de malo con las chicas estiradas- le grite.

Había estado muy sencible con esa situación, con algo que me recordara a Dakota.

Me hubiera gustado despedirme, pero mi padre me había dicho que había presentado la renuncía.

Ya se había marchado de la ciudad hace dos días, no tenía donde localizarla, ni correo electronico, telefono, dirección, nada.

¿Por que me importaba tanto?

No lo sé, pero en realidad ya no importaba, porque nunca lo descubriría.

Suspiré y me levante de la cama, tenía que hacer algo, tal vez le compraría algún regalo a mi hermana y a su prometido.

Me pusé unos jeans y una abrigo para salir de casa, ni Tom no John me molestarón al salir.

Tome la quinta avenida y baje al subterraneo mientras miraba como nevaba, mi abrigo estaba lleno de copos color blanco cuando baje las escaleras.


La ciudad estaba más viva que nunca, con canticos navideños y Santa Claus por todas partes, diciendo un alegre jo jo jo a los niños.

Subí la tren que me llevo a la octava y caminé otro poco más hasta encontrar un centro comercial infestado de gente, caminé buscando una joyería de seguro encontraría un buen collar de perlas para Miriam..

Tiffany´s era una buena opción, así que entre..

Mala idea, más de tres parejas estaban buscando sus argollas de matrimonio y otros cuantos chicos de compromiso.

Sali corriendo de allí.

Simplemente no soportaba ver o escuchar algo que tuviera que ver con amor, el siemple hecho me herisaba la piel.

No era por que le tuviera miedo, sino porque los envidiaba, porque cada vez que pensaba en eso me sentía más solo, como si me faltará algo y hasta que no lo encontrara no podría ser feliz.

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Mamá estuvo más insoportable que nunca, hicimos una lasaña como para cincuenta personas, además de ensalada y ponche, el árbol de navidad era mucho mas alto que yo y la casa estaba lista para resivir a la familia y amigos.

-Dakota- dijo ella con los ojos llenos de lagrimas.

Mi madre siempre había sido emocional.

-¿Que pasa?- le prgeunte quitandome el delantal que llevaba.

-Me alegrá que hayas venido para navidad, me he sentido muy sola desde que te fuiste- me abrazó.

-Yo igual mamá- le besé el pelo.

-Bueno, ve y arreglate, te tengo una sorpresa-

-Esta bien- le dije mientras subía las escaleras.

Mi cuarto contaba con un baño para mi sola, eso era lo bueno de ser hija unica.

Me bañe y arregle, con un sueter rojo y unas botas cafeses, estaba haciendo casi tanto frio como en New York.

Mi pelo lo rise y acomode cuidadosamente, en realidad estaba un poco emocionada con la espectativa de volver a ver a mis tías y sus familias, pues yo no era de las chicas que mantenía mucho el contacto con la familia y eso me avergonzaba algo.

Sonó el timbre y baje corriendo las escaleras para abrir.

Y la abalancha comenzo, mi tía Maggie, Ashely y Jacky vinieron con sus tres hijos cada una.

Son cuatro hermanas solamente y de ellas yo era la unica sobrina, todos los demás eran hombres

Tres de mi edad y otros dos mayores.

Todos se alegraron de verme, jugas bingo un rato y además de la ceña hicimos malvadiscos en la chimenea, cantamos unos cuantos villancicos y después tocarón de nuevo la puerta.

-¿Quien es?- pregunte mientras me encaminaba a abrir.

-Tu sorpresa- se rió mamá con sus hermanas.

No, por favor que no se lo que estaba pensando.

Y el chico rubio de ojos verdes apareció frente de mi sonriendome.

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Perdon por no publicar pero ultimamente he estado un poco decaida 7_7

Bueno se que esta un poco confuso esto de los cambios de narativa, pero sis e finjan esta más narrado como una pelicula que nada.

Espero que les guste!

1 comentario:

  1. :O Qe mal qe estes decaida.. lo bueno es qe subiste cap.. ya me estaba preguntando qe te psasba.. por qe esparaba el cap. para el viernes... pero esta bien.... Me gusto mucho el cap. !!!!

    qiero ke subas luego el 9 !!!! qiero saber qien es ese chico... y te sigo preguntando.. como se llma en la vida real Jack Master.... xd buenoo

    siguela PRONTOO... ME GUSTO MUCHO ESTE CAP.

    Bye Cuidatee !! :D

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